Diferencia entre firma digital y electrónica: ¿cuál es la mejor para ti?

Diferencia entre Firma digital y electrónica

A lo largo de las dos últimas décadas, la transformación digital ha traído consigo numerosos cambios dentro del mundo de la empresa, relacionados tanto con la gestión como con la manera en que firmamos documentos. 

Seguramente, ya hayas oído hablar alguna vez de la firma electrónica y la firma digital, y aunque parecen términos muy similares, lo cierto es que cada una tiene su propio ámbito de aplicación y ciertas características que las hacen únicas.

Con lo cual, para poder optimizar nuestros procesos y garantizar que todo se lleve a cabo de manera segura y legal, es fundamental saber cuál es la mejor herramienta de firma para tu empresa o proyecto. Y, para ello, lo primero es conocer perfectamente cuál es la diferencia entre firma digital y firma electrónica.

¿Qué es la firma electrónica?

Según el Reglamento (UE) Nº 910/2014, conocido como eIDAS, se considera firma electrónica a los «datos en formato electrónico anejos a otros datos electrónicos o asociados de manera lógica con ellos que utiliza el firmante para firmar».

En otras palabras, la firma electrónica tiene una finalidad jurídica y se utiliza normalmente en contratos, compras online o aceptación de condiciones. Un conjunto de datos electrónicos vinculados a un documento que identifican al firmante y validan su consentimiento sobre el contenido del mismo. Es la versión digital de la firma manuscrita tradicional y tiene por objetivo dar fe de la voluntad del firmante

Aunque no siempre es necesario que esta firma vaya acompañada de medidas de seguridad avanzadas, existen diferentes tipos de firma electrónica que proporcionan distintos niveles de confianza y autenticidad. Esto resulta fundamental, ya que no todos los documentos requieren el mismo nivel de seguridad o validación. 

¿Qué es la firma digital?

La firma digital es una tecnología de cifrado y autenticación de datos que garantiza que el documento no ha sido alterado desde que fue firmado y que la identidad del firmante es válida y verificable. Actuando como un candado en un documento.

Un proceso mediante el cual se encripta la información contenida en un documento o mensaje, para garantizar la autenticidad, la integridad del contenido y la identidad del firmante. 

Se genera a través de un sistema basado en criptografía de clave pública y privada. El sistema asigna una clave privada al firmante, que se valida con una clave pública registrada ante un organismo certificador. Está formada por un conjunto de caracteres alfanuméricos que se añaden al final de un documento. Para ello, se requiere normalmente un certificado digital que verifica la identidad del firmante.

¿Cuál es la diferencia entre la firma digital y electrónica?

La principal diferencia entre «firma electrónica» y «firma digital» radica en su naturaleza y en su finalidad.

1. Naturaleza jurídica vs. tecnológica

  • La firma electrónica tiene una naturaleza jurídica. Su objetivo es dar fe del consentimiento y de la voluntad de un firmante respecto a un documento o acuerdo. Un acto formal que certifica la autenticidad y el consentimiento de una persona para aceptar los términos de un contrato o realizar una transacción.
  • En cambio, la firma digital es puramente tecnológica. Su finalidad es proteger la integridad del documento, garantizando que su contenido no haya sido alterado. 

2. Métodos de autenticación

  • La firma electrónica no siempre garantiza la identidad del firmante de manera inequívoca. Por ejemplo, en el caso de una firma electrónica simple puede vincularse a la dirección IP o a la hora de la transacción, pero no siempre permite identificar al firmante de forma exclusiva.
  • En la firma digital, el proceso de autenticación es mucho más riguroso, ya que, normalmente se requiere de un certificado digital para verificar la identidad del firmante. Con lo cual, se encuentra asociada a un identificador único y a un proceso de encriptación.

3. Aplicación y requisitos legales

  • La firma electrónica se utiliza principalmente en acuerdos contractuales y para la aceptación de términos online. No obstante, su validez legal puede depender del tipo de firma electrónica que se utilice. Las firmas electrónicas cualificadas tienen un reconocimiento legal similar al de la firma manuscrita, mientras que las simples no tienen tanta fuerza probatoria.
  • La firma digital, al ser un proceso más técnico, se utiliza en situaciones donde son fundamentales la seguridad y la integridad del documento. Además, este tipo de firma requiere la validación de un organismo certificador que emita el certificado digital necesario para realizarla.

Tipos de firma electrónica

En Europa, el Reglamento eIDAS clasifica las firmas electrónicas en tres tipos, según su nivel de validación y seguridad:

1. Firma electrónica simple

Es la forma más básica de firma electrónica. Se utiliza en situaciones donde no se requiere de un alto nivel de seguridad, como la aceptación de términos y condiciones en páginas web, ya que no se garantiza la identidad del firmante.

2. Firma electrónica avanzada

Este tipo de firma electrónica es más segura. Emplea técnicas de autenticación que vinculan al firmante con el documento y permite detectar cualquier modificación posterior al contenido. Por eso, se utiliza para documentos con validez jurídica.

3. Firma electrónica cualificada

La firma electrónica cualificada es la más segura de las tres y tiene el mismo valor legal que una firma manuscrita. Para ello, es necesario un dispositivo de creación de firmas electrónicas cualificado y la emisión de un certificado digital por parte de un emisor oficial.

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En definitiva, mientras que la firma electrónica tiene una naturaleza jurídica, diseñada para certificar la voluntad del firmante, la firma digital se centra en la seguridad y la integridad de los documentos. 

Entender la diferencia entre ambas es fundamental para optimizar los procesos de firma y gestión de contratos de tu empresa, ayudándote a ahorrar tiempo, dinero y problemas legales en el futuro.

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