La industria Retail ha evolucionado rápidamente, enfrentando presiones competitivas y cambios en los hábitos de compra. Para mantenerse competitivas, las empresas necesitan una visibilidad completa de las relaciones con proveedores y el rendimiento de las ventas.
Los contratos juegan un papel crucial en la gestión de estas relaciones y la optimización de las operaciones. No abordar estos desafíos puede resultar en programas de ventas ineficaces y pérdidas en el presupuesto de compras.