La falta de identificación de las partes es uno de los elementos esenciales que debe contener todo acuerdo jurídico por lo que tiene consecuencias.

Si no consta la identificación de las partes en un contrato, puede ocurrir que:

• Sea nulo, si se considera que falta uno de los elementos esenciales del contrato, que es el consentimiento de los contratantes. Si las partes no se identifican correctamente, puede haber duda sobre si realmente han manifestado su voluntad de forma libre y válida.

Si una persona firma un contrato en nombre de otra sin tener su autorización o representación legal, el contrato será nulo por falta de consentimiento.

• Sea anulable, es decir, susceptible de ser declarado nulo por una de las partes o por un juez, si se considera que hay un vicio del consentimiento.

Si una persona firma un contrato creyendo que lo hace con otra persona distinta a la que realmente lo hace, el contrato podrá ser anulado por error.

• Sea válido y eficaz, pero generar problemas de prueba o de ejecución, si se considera que la falta de identificación de las partes no afecta a la existencia o validez del contrato, sino solo a su forma o contenido. Si las partes no se identifican correctamente, puede haber dificultad para demostrar quiénes son los sujetos del contrato y cuáles son sus derechos y obligaciones.

Si una persona firma un contrato con un seudónimo o un nombre comercial, el contrato podrá ser válido, pero tendrá que probar su identidad real si quiere reclamar el cumplimiento o la resolución del contrato.

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