En el mundo empresarial, los contratos son la base que garantiza la seguridad jurídica y el cumplimiento de las obligaciones pactadas. Regulan relaciones y otorgan protección en caso de discrepancias.
Y, aunque muchas veces no les damos la atención que merecen, están muy presentes en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, cuando alquilamos o compramos un producto o servicio.
Pero, ¿sabes realmente qué es y cuáles son los elementos de un contrato? A continuación, te explicamos qué es lo que hace que un contrato sea válido o cuándo es necesario firmarlos para cumplir con todos los requisitos legales.
¿Qué es un contrato?
Un contrato es un acuerdo entre dos o más partes que se comprometen a cumplir una serie de obligaciones bajo ciertas condiciones, todo ello respaldado por el marco legal correspondiente.
Su principal objetivo es crear, regular, modificar o extinguir derechos y obligaciones entre los involucrados. Dejando clara cuál es la relación entre ambas partes y estableciendo qué ocurre en caso de que alguna de ellas no cumpla con lo acordado. Otorgando seguridad jurídica y evitando interpretaciones ambiguas sobre los compromisos asumidos.
Puede ser verbal, pero lo cierto es que la forma escrita es siempre la más recomendada, ya que, de esta forma, es posible demostrar su existencia y los términos acordados en caso de conflicto.
¿Cuándo es necesario firmar un contrato?
Es cierto que no todos los acuerdos requieren un contrato formal, pero cualquier relación que involucre derechos y obligaciones entre diferentes partes debería formalizarse a través de un contrato, especialmente cuando afecta a un alto valor económico o personal. Siendo imprescindible en los siguientes casos:
Relaciones comerciales
Los contratos son esenciales en cualquier transacción económica. Por ejemplo, la compraventa de una propiedad o la adquisición de un servicio. Ayudando a formalizar las obligaciones de ambas partes y protegiendo los derechos tanto al comprador como al vendedor. De esta forma, se reducen los riesgos y se garantiza el cumplimiento legal.
Arrendamientos
Los contratos de arrendamiento también son fundamentales para formalizar los acuerdos de alquiler, tanto de bienes inmuebles como de equipos o maquinaria. En el caso de las viviendas, por ejemplo, regulan el pago de la renta, la duración del contrato, responsabilidades de mantenimiento y derechos de las partes. Y, para el alquiler de maquinaria o equipos, suelen detallarse aspectos como el estado del bien, el tiempo de uso permitido y las posibles penalizaciones por daños.
Empleos y relaciones laborales
En las relaciones laborales, los contratos establecen condiciones pactadas por ambas partes. Incluyen detalles sobre el salario, el horario de trabajo, los derechos del empleado y las obligaciones de la empresa. Garantizando que las condiciones laborales sean justas y evitar conflictos en el futuro.
Sociedades y asociaciones
Los contratos son indispensables a la hora de establecer empresas o asociaciones comerciales, permitiendo formalizar aportaciones, la distribución de las responsabilidades, los diferentes acuerdos y el coeficiente de participación en las ganancias. De esta forma, se proporciona seguridad jurídica y se evitan malentendidos entre socios.
Principales elementos de un contrato
Para que un contrato sea válido y ejecutable, debe incluir una serie de elementos esenciales que garanticen su validez jurídica y protejan a todas las partes involucradas. Los más importantes son los siguientes:
Oferta
La oferta es el punto de partida de cualquier contrato. Representa las condiciones que una de las partes (el oferente) está dispuesta a asumir en un acuerdo legalmente vinculante. Informando al destinatario sobre las bases del posible acuerdo, que puede:
- Aceptarla.
- Negociarla o realizar una contraoferta (lo que puede anular la oferta original, dependiendo del caso).
- Ignorarla o rechazarla.
Aceptación
La aceptación es el acto mediante el cual el destinatario de la oferta da su conformidad con los términos propuestos. Para que la aceptación sea válida:
- Debe ser rotunda, clara y documentada.
- Los términos aceptados deben coincidir exactamente con los de la oferta.
La aceptación puede ser:
- Explícita: cuando el destinatario realiza una declaración afirmativa, como firmar el contrato.
- Implícita: cuando el destinatario lleva a cabo acciones que demuestran su aceptación, como realizar un pago inicial o comenzar a usar un servicio.
Consentimiento
El consentimiento, también conocido como “acuerdo entre las partes”. Un elemento fundamental que garantiza que ambas partes están de acuerdo en participar activamente en el proceso contractual. De lo contrario, el contrato puede ser declarado nulo.
Para que haya consentimiento válido es necesario:
- Que ambas partes reconozcan la existencia del contrato.
- Que acepten sus obligaciones de manera voluntaria, sin coacciones, fraudes o engaños.
Contraprestación
La contraprestación hace referencia al intercambio de bienes, servicios o valor entre las partes, debiendo ser acordado por ambas partes y pudiendo incluir dinero, productos, servicios o cualquier cosa de valor legítimo. Sin una contraprestación válida, no puede haber contrato, ya que este es el “precio” que cada parte paga para cumplir con el acuerdo.
Por ejemplo, en un contrato de compraventa de un automóvil:
- La contraprestación del comprador es el dinero que paga.
- La contraprestación del vendedor es el coche que entrega.
Capacidad
La capacidad asegura que todas las partes involucradas entiendan plenamente el contrato y que se encuentren en disposición legal para asumir las obligaciones establecidas. Por eso, antes de firmar, se debe garantizar que cada firmante sea consciente de las condiciones, obligaciones y consecuencias legales del contrato.
Si una de las partes carece de capacidad legal para firmarlo, el contrato no será vinculante. Por ejemplo:
- Menores de edad.
- Personas bajo la influencia de sustancias.
- Individuos que no entienden el lenguaje o los términos del contrato.
Legalidad
El contrato sólo será válido si cumple con las leyes aplicables y no incluye términos relacionados con actividades ilegales o productos ilícitos.
Si incumple cualquier normativa, ya sea a nivel nacional o local, no tendrá validez legal, independientemente del consentimiento o aceptación de las partes.
Otros elementos del contrato
Además de los elementos esenciales, algunos contratos requieren cumplir con una serie de aspectos formales y accidentales:
Elementos formales
Algunos contratos deben cumplir con requisitos legales específicos para ser válidos. Por ejemplo:
- Escritura pública: en la compraventa de bienes inmuebles, es necesario que el contrato se firme ante un notario y sea inscrito en el Registro de la Propiedad.
- Requisitos legales adicionales: contratos que incluyen cláusulas específicas para adaptarse a determinadas normativas.
Elementos accidentales
Son aquellos que las partes acuerdan añadir al contrato. Aunque no son obligatorios, pueden ser muy útiles para definir cláusulas especiales como:
- Duración del contrato: define el inicio y final del acuerdo.
- Jurisdicción aplicable: especifica qué leyes regirán en caso de conflicto.
- Cláusula penal: establece indemnizaciones por incumplimiento.
- Forma de pago: detalla cómo y cuándo se realizarán los pagos.
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