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Cláusula de integridad
¿Qué es una cláusula de integridad?
Una cláusula de integridad en un contrato establece que dicho contrato contiene todos los términos y condiciones acordados entre las partes, invalidando cualquier acuerdo previo o contemporáneo no incluido en él. Se utiliza una cláusula de integridad cuando las partes quieren establecer de manera inequívoca que el contrato escrito refleja la totalidad de su acuerdo y que ningún acuerdo verbal o documentación externa puede afectar o modificar los términos del contrato.
Es decir, lo que busca es dotar al contrato con una serie de garantías, las cuales van vinculadas con la seguridad de que el contenido del contrato no variará.
Contenido esencial
- Declaración de integridad.
- Exclusividad del contrato.
Contenido opcional
- No renuncia.
- Posibilidad de modificación.
¿En qué contratos se suele aplicar?
La cláusula de integridad, también conocida como cláusula de totalidad o cláusula de completitud, se puede encontrar en varios tipos de contratos, especialmente en aquellos que implican una relación comercial compleja o transacciones importantes, así como en algunos contratos de trabajo. Esta cláusula tiene como objetivo garantizar que el contrato en cuestión sea el acuerdo completo y final entre las partes, y que cualquier acuerdo o entendimiento previo no incluido en el contrato no tenga validez legal.
Algunos ejemplos de contratos que suelen incluirla son:
Limitaciones
Existen ciertos límites y requisitos legales que pueden afectar a la validez de una cláusula de integridad.
Si la cláusula es ambigua o confusa, podría ser considerada nula o inaplicable. Además, la cláusula de integridad no puede proteger o mantener válidas otras cláusulas del contrato que sean consideradas nulas o abusivas por la legislación. Tampoco puede afectar o limitar derechos fundamentales de ninguna de las partes, ni puede ser utilizada para eliminar derechos o protecciones legales que correspondan a las partes.